La magia verde o brujería verde no es Wicca. Siento que esta afirmación pueda sonar algo agresiva, pero cómo practicante estoy cansada de que se mezclen conceptos. Por otro lado, no quiero que se me malinterprete, no digo que la wicca sea mala, ni nada similar, éste artículo pretende aclarar conceptos y nada más. La desinformación es el mayor virus de nuestra sociedad, no nos mata, pero nos hace más débiles, nos segrega y genera odio, sobretodo en grupos afines, que por lógica deberían estar unidos. En el caso que nos ocupa, la desinformación hace que los/as babywitches tengan un aprendizaje incorrecto y por tanto, no avancen en su desarrollo como brujas/os o, como poco, lo hagan más lentamente. Seguramente, durante su camino, terminarían por darse cuenta del error, pero en muchos casos, rectificar afirmaciones ya creadas en nuestro pensamiento, supone un esfuerzo y un coste de tiempo que no todos podemos permitirnos. Son los llamados «vicios» del aprendizaje, esas costumbres que adquirimos y que luego nos afectan en nuestra forma de oficiar (practicar).
Cuándo somos aprendices de magia o aprendices de brujería, estamos por lógica más indefensos ante la información errónea, en el mejor de los casos, nuestras prácticas no surtirán efecto, pero en el peor, pueden tener un efecto indeseado, que puede llegar a ser peligroso. En cualquiera de los casos, hace que el aprendiz/a se frustre y que pierda interés por seguir su camino. Por ésta razón es muy importante leer mucho, estudiar de muchos autores diferentes y tener cuidado y criterio a la hora de elegir nuestros maestros o modelos a seguir.
Pero sigamos….
¿Porqué la magia verde no es wicca y viceversa? Antes, tengo que decir qué es la magia verde, la magia verde es la forma de llamar a las energías que nos rodean, es por tanto nuestra propia energía, la reconexión con nuestra naturaleza animal, que tanto hemos olvidado hoy por hoy y que nuestras/os antepasadas/os brujas, parteras, curanderas, chamanes, hierberas,… tan bien conocían. La magia verde es la comprensión y el manejo de las energías de la naturaleza, por tanto, es una forma de vida y es una forma también de practicar la brujería. La denominación «magia verde» no es demasiado antigua y nace de la necesidad de diferenciar aquellas mujeres sabias, curanderas, etc… que se dedicaban a practicar la brujería de una forma determinada, sin embargo, los conocimientos de la bruja verde, son transmitidos desde la antigüedad, de forma tradicional de generación en generación, de forma similar a la magia popular. A diferencia de la Wicca, que es un sistema de creencias, que además y de forma imprescindible, obedece a unos dogmas y ritos o ceremonias, entre las que se incluye la de iniciación. La wicca es una religión que fue creada a mediados del siglo pasado. Por ejemplo, para ser practicante de magia verde, no necesitas que nadie te inicie, puedes practicar de forma solitaria.
No están reñidas una cosa con la otra, una persona puede ser wiccana y practicar la magia verde y viceversa, ser bruja verde y a la vez pertenecer a la religión wicca, o ser devota del panteón griego, celta, o cualquier otro, o ninguno. Algunas brujas y brujos verdes, sencillamente creen en la energía de la naturaleza como un todo, sin necesidad de creer en ningún dios o diosa; por contra, otros tienen en su altar la figura de una diosa o de varios dioses, como arquetipos de éstas energías naturales. Y hablando de altares, un punto en común con la wicca es el uso de representaciones de los cuatro elementos en el altar: Aire, fuego, tierra y agua. En mí caso, así es mi mesa de trabajo, además de tener también algunos elementos de mi territorio con los que también trabajo. Además de esto, pienso en mi casa como una pequeña representación de mi mundo, por lo que todas las habitaciones están en armonía, es mi templo.
Otro error bastante común, es pensar que las personas practicantes de magia verde, somos seres de luz, paz y amor, que no trabajamos con la oscuridad, permitidme que os diga mi frase favorita: «no existe la luz sin la oscuridad» y cómo dijo Brodsky: «Porque la oscuridad restaura lo que la luz no puede reparar». Al igual que la naturaleza es un ciclo constante de muerte y renacimiento, en el que se necesita el descanso del invierno para la nueva cosecha y la oscuridad de la noche, para determinados procesos naturales, tanto animales como vegetales; en nuestra práctica espiritual también debemos trabajar la oscuridad. Comprender que no existe nada totalmente bueno o malo, blanco o negro, sino en escala de grises, creo que esto es lo más importante para nuestro desarrollo. Al comprender esto, dejamos de juzgar a los demás, para empezar a vernos a nosotros mismos, esta es la mejor manera de desarrollarnos, ser coherentes y por tanto felices. Es muy importante para el practicante de magia o brujería, mantenerse equilibrado y conocerse bien, puesto que nuestro estado de ánimo afecta directamente a nuestra práctica mágica, de ahí la importancia de trabajar con nuestra oscuridad, trabajar la sombra. La bruja verde experimentada (o el brujo verde experimentado) sabe que puede manejar la energía, atraer o desterrar situaciones o personas sin necesidad de grandes rituales, por lo que debe tener cuidado de mantener sus pensamientos en coherencia con sus deseos y con sus valores éticos.
Llegados hasta aquí, te habrás fijado en que la práctica de la magia natural, es bastante ecléctica, pero esto no quiere decir, que sea anárquica, por supuesto. Debemos tener en cuenta una serie de «normas» basadas en la experiencia de nuestras antecesoras, para conseguir los resultados que queremos, esto precisamente, es lo que marca la semejanza de la magia verde con la brujería tradicional, con la que también se suele confundir. Yo incluso diría más, diría que la magia verde es un tipo de brujería tradicional, en cuánto a que los conocimientos son traspasados de generación en generación. El término «magia verde» es relativamente joven y está bastante relacionado con la brujería de cocina y la brujería del cerco, en cuánto a su forma de oficiar los rituales utilizando las energías de las plantas o de otros materiales naturales. Además, también tienen en común el trabajo con el territorio y la senda de los venenos. Con esto no quiero decir, que todas las brujas verdes o del cerco o de cocina, practiquen necesariamente con los venenos o con el territorio, si no, que a modo complementario, algunas siguen una u otra de éstas prácticas. Dentro de la práctica de la magia verde, es muy común seguir el camino de los venenos, puesto que los conocimientos de herbaría tienen mucho protagonismo.
En fin, espero que este breve artículo, os sirva como mecha para prender vuestra curiosidad y como pequeña introducción a un mundo complejo pero increíble.
Mis mejores energías!. Sherezade